jueves, 24 de abril de 2014

Centroamérica cuenta 2014


El encuentro de narradores "Centroamérica cuenta", 
se celebra por segundo año consecutivo en Nicaragua. 
Del 07 al 10 de mayo de 2014.




Escritores hondureños invitados: 








Escritores internacionales: 







Para ver el programa completo de actividades y todos los escritores participantes:
Programa


miércoles, 23 de abril de 2014

Breve Crónica sobre "Lenguaje y creación literaria" en el CAC-UNAH










 Antes de leer el texto siguiente téngase en cuenta el olvido: mi mal educada memoria ha restado consistencia y relevancia a conceptos e ideas precisas expresadas por los conferencistas, sólo ha quedado una huella de huella...



Breve Crónica de impuntualidades y sincronías o “afinidades” literarias. 



22 de abril. 

5:30 a.m. Aeropuerto Villeda Morales de San Pedro Sula. (Imagine hora y media de trámites y esperas aeroportuarias). Abordaje: 7:00 a.m. Aterrizaje: 7:45 a.m. Toncontín. Salida del segundo aeropuerto más peligroso del mundo: 8:15 am. (Edgar, Titi, help!)

[Tiempo privado*]

3:45 p.m. Atravieso la puerta del auditorio. Todo el público lo sabe: he llegado tarde. El embajador de España Miguel Albero y Marcos Carías terminan su disertación. Quedo de pie sin un plan inmediato, si sentarme a la mesa o irme para el auditorio. Hernán Antonio me hace indicaciones (sugerencia) de agregarme al grupo de conferencistas. Esquivo la cámara de video y escucho con atención la disertación del escritor Miguel Albero sobre el estilo y el lenguaje. (Punzón y cincel se me vienen a la mente, el Sr. Albero –de ahora en adelante sólo diré su nombre y apellido- ha usado ambos vocablos como metáforas de construcción literaria emparentándolas y partiendo de su uso con la labor del ceramista o escultor). Dos temas importantes que abordó Miguel Albero fueron la difícil tarea del traductor –por su propia experiencia- y el estilo del lenguaje en la creación literaria. Por supuesto hubo ejemplificaciones, pero me reservo esa confidencia que le pertenece al público asistente y no a ustedes los lectores faltistas al evento. Luego mi turno. Me ceden el micrófono y con él toda la atención del auditorio y la responsabilidad ineludible de disculparme por mi llegada tarde. Cumplo con mi labor de buen cristiano, y entro de lleno, aventurándome, a encontrar algún intersticio dejado por él que me sirva de camino a la charla. Me integro airosamente con un malabar teórico sobre el lenguaje, pensamiento y creación, y agrego a los puntos expresados por mi predecesor el ritmo, el tono y lo contextualizo con ejemplos sobre la nueva narrativa de la costa norte -Rodríguez, Gallardo, Arita- y nuestras deudas con autores como Marcos Carías y Cardona Bulnes, entre otros. Avanzan las palabras, el pensamiento me guía, haciéndose el coherente, mientras mi boca solo “blah blah blah…”. Concluyo con prontitud y Miguel Albero retoma nuevamente el micrófono y retroalimenta y agrega nuevas ideas sobre construcción de novelas, seguido de una pregunta a Marcos Carías sobre “arquitectura novelística” y novela histórica. Marcos Carías revela secretos del oficio de novelista e investigador y su técnica de poda en las correcciones. Otros temas que nacen del conversatorio son las influencias artísticas, referencias intertextuales. Miguel Albero dice que admira a Roberto Bolaño y que además es quien más ha influido en la literatura en Latinoamérica –yo agregué que Vila-Matas también es de la especie de Bolaño-. Menciona a Javier Cercas, en relación al tema de novela histórica –yo solo he leído Soldados de Salamina- y luego hace una relación del autor como jugador, como autor lúdico, que se divierte construyendo novelas, entre ellos Perec y al grupo Oulipo. Cortázar reluce y también sale a colación el ya finado García Márquez. Ya antes se ha hecho mención de Una función con móbiles y tentetiesos y de su entramado de ritmo, dilación y sorpresa. En algún momento caemos en la conversación sobre Leopoldo María Panero, debido a “La Parte de Fate”, de 2666, ya que Marcela Carías ha mencionado Los detectives salvajes y 2666. En otro momento, hago una observación sobre lo que Miguel Albero llamó “las servidumbres de género”, en relación al estilo propio de cada género literario y le pregunto si no le gustan esos juegos donde la hibridación se tensa hasta puntos donde es irreconocible distinguirla y etiquetarla y menciono el caso de Carrión y Agustín Fernández Mallo, a quienes también ha leído, y vamos platicando, en este punto es cuando el da su opinión personal –con la que coincido- y que ya había sido mencionado unas líneas arriba con Perec, Cortázar, el Oulipo. El conversatorio ha seguido a buen ritmo, fluido… Marcos Carías ha tenido intervenciones precisas e irónicas sobre el escritor, la edición, las palabras y las puntuaciones, y sobre el ausente mercado editorial para promover las obras de los autores nacionales. Ha habido intervenciones muy buenas de parte del público y una intervención “cándida” con reminiscencias sobre el lazarillo de Tormes que hizo al señor embajador contestarla. Concluyendo, la mesa espera los aplausos, que no llegan –esto por supuesto es una vil mentira mía-, pero antes Hernán Antonio interviene y felicita a la Dra. Joya y a los organizadores por la reunión de Marcos Carías y Gustavo Campos –vuestro servidor- cuyas novelas Una función con móbiles y tentetiesos y Los inacabados, respectivamente, son tan cercanas y a la vez tan diferentes, en términos de “no manejar un plan novelesco convencional”, además de puntualizar “la diferencia entre las generaciones a las que pertenecen, el primero nacido en el 38 y el segundo en el 83” –aunque nací en el 84-. 

Al final, con Miguel Albero hablamos un poco de Panero, Ciorán y Buzzati y quedamos a la espera de otro encuentro que nos lleve a encontrar más concordancias literarias, pero también otras pláticas que incluyan disentimientos. Por mi parte sé que tengo mucho que aprender de él. Y comienzo oficialmente la búsqueda de sus libros publicados, los cuales espero encontrar. 

Para mí fue un grandísimo honor haber compartido mesa con ambos escritores: Marcos Carías y Miguel Albero.

5:30 p.m.
[Tiempo privado*]

*Censurado.

martes, 22 de abril de 2014

Miguel Albero, Marcos Carías y Gustavo Campos: "Lenguaje y creación literaria"

Gustavo Campos, Marcos Carías Zapata y Miguel Albero


Foto del conversatorio "Lenguaje y creación literaria"

Gran honor el que se me concedió al estar compartiendo con los escritores Marcos Carías (Director de la Academia Hondureña de la Lengua. Escritor e historiador, además es licenciado en Filosofía y en Historia de América por la Universidad Complutense de Madrid. Fue profesor visitante en la Universidad de Costa Rica y profesor investigador en la Universidad de Tulane (Estados Unidos). Ha sido profesor en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) desde 1966) y con Miguel Albero (Escritor, traductor, diplomático de carrera. Ha ejercido como jefe de gabinete del director del Instituto Cervantes, director del Instituto Cervantes de Roma, cónsul de España en Mendoza (Argentina), agregado Cultural en Costa Rica y jefe del Departamento de Cooperación y Promoción Cultural de la Agencia Española de Cooperación Internacional y es el actual embajador de España en Honduras. Premio Gil de Biedma 2011. 





lunes, 21 de abril de 2014

Conversatorio: " Lenguaje y creación literaria".







El Centro de Arte y Cultura de la UNAH se complace en invitarles al conversatorio "Lenguaje y creación literaria" a cargo de los expositores Sr. Marcos Carías Zapata, Sr. Miguel Albero y el Sr. Gustavo Campos

Lugar: Centro de Arte y Cultura de la UNAH
Fecha: 22 de abril del 2014
Hora: 3:30 pm
¡Entrada Libre y Gratuita!
¡Parqueo y Seguridad disponible!


martes, 15 de abril de 2014

La regla infalible de Umberto Eco para determinar si una obra es o no es pornográfica.




Kate Moss por Mario Testino


He aquí un extracto de una de las conferencias que impartió Umberto Eco 
en la Universidad de Harvard en los años 92 y 93 y 
que luego se convirtió en el libro "Seis paseos por los bosques narrativos":





"A veces la coincidencia de los tres tiempos (de la fábula,  del discurso y de la lectura) se persigue para finalidades muy poco artísticas. No siempre la dilación es índice de nobleza. Una vez me planteé el problema de cómo establecer científicamente si una película es pornográfica o no. Un moralista contestaría que una película es pornográfica si contiene representaciones explícitas y minuciosas de actos sexuales. Pero en muchos procesos por pornografía se ha demostrado que ciertas obras de arte contienen tales representaciones por escrúpulos realistas, para pintar la vida tal cual es, por razones éticas (en cuanto que se representa la lujuria para condenarla) y que, en cualquier  caso, el valor estético de la obra redime su naturaleza obscena. Como es difícil establecer si una obra tiene de verdad preocupaciones realistas, si tiene sinceras intenciones éticas, o si alcanza resultados estéticamente satisfactorios, yo he decidido (después de haber examinado muchas  películas hard ­core) que existe una regla infalible. 

Hay que controlar si en una película (que contiene también representaciones de actos sexuales) cuando un personaje sube a un coche o en un ascensor, el tiempo del discurso coincide con el de la historia. Flaubert puede emplear una línea para decir que Frédéric estuvo mucho  tiempo de viaje, y en las películas normales se ve una persona que se sube a un avión para verlo llegar en seguida en el plano sucesivo. En cambio, en una película porno si alguien se sube al coche para ir diez manzanas  más allá, el coche viaja diez manzanas. En tiempo real. Si alguien abre la nevera y se sirve una cerveza para bebérsela más tarde en el sofá después de haber encendido la televisión, la acción lleva tanto tiempo como el que les llevaría a ustedes hacer lo mismo en sus casas.

La razón es bastante sencilla. Una película porno está concebida para complacer al espectador con la visión de actos sexuales, pero no podría ofrecer hora y media de actos sexuales ininterrumpidos, porque es fatigoso para los actores, y al final llegaría a ser tedioso para los espectadores. Hay que distribuir,  pues, los actos sexuales en el transcurso de una historia. Pero nadie tiene intención de gastar imaginación y dinero para concebir una historia digna de atención, y tampoco al espectador  le interesa la historia porque espera sólo los actos sexuales. La historia queda reducida, pues, a una  serie mínima de acontecimientos cotidianos, como ir a un lugar, ponerse un abrigo, beber un whisky, hablar de cosas insignificantes, y es económicamente más conveniente filmar durante cinco minutos  a un señor que conduce un automóvil que implicarlo en un tiroteo a lo Mickey Spillane (que, además, distraería  al espectador). Por lo tanto, todo lo que no es un acto sexual debe llevar tan­ to tiempo corno lo lleva en la realidad. Mientras que los actos sexuales tendrán que llevar más tiempo del que normalmente requieren en la realidad. He aquí la regla: cuando en una película dos personajes emplean, para ir de A a B, el mismo tiempo que emplearían en la realidad, tenemos la certidumbre de encontrarnos ante una película pornográfica. Naturalmente, son necesarios los actos sexuales, si no, una película como Im Lauf der Zeit de Wim Wenders, donde se ve prácticamente durante cuatro horas a dos personas viajando en un camión,  sería pornográfica, y no lo es."





Umberto Eco, Seis Paseos por Los bosques narrativos, 1996.

 pp. 71-72