Curiosa la omisión que César Aira hace del poeta más "representativo" de Honduras, pese a que aparecen en el diccionario poco más de una treintena de escritores latinoamericanos nacidos entre 1930-1940.
Recuerdo que en una ocasión el poeta Livio Ramírez se refirió a Roberto Sosa como el poeta más publicitado. No obstante, dejando de lado el morbo que despierta tal omisión, lo más interesante son dos acotaciones que Aira hace respecto a nuestro país, el cual define como una de las provincias más pobres del Istmo, inobjetable y aplaudible criterio, y son las siguientes: "un país que no daba mayores oportunidades al cultivo del intelecto", frase que no pierde vigencia en la actualidad del siglo XXI, y la segunda sobre la pobreza de nuestra producción literaria, en términos cualitativos y no de abundancia.
En una próxima entrada subiré las reseñas correspondientes a los escritores hondureños.
A continuación nuestro lugar en el diccionario:
A continuación nuestro lugar en el diccionario:
Honduras
Honduras fue la provincia más
pobre de la capitanía de Guatemala, e igualmente pobre fue, y ha seguido
siendo, su literatura. En la época colonial sobresalieron tres letrados, los
tres jesuitas: José Lino Fábrega, quien desterrado en Bolonia tradujo el Códice Borgia; Juan Cerón, gran orador
sacro; y Juan Ugarte, misionero en la Baja California. Los tres brillaron fuera
del país, que no daba mayores oportunidades al cultivo del intelecto. Sólo en
1829 se instaló en Tegucigalpa la primera imprenta.
La primera figura de cierto
relieve intelectual es la del franciscano José Trinidad Reyes, cuyo nombre se
recuerda como el del fundador de la cultura hondureña. Junto a él, José Cecilio
del Valle, personalidad de matices más bien políticos.
La poesía asoma en el modernismo
con dos escritores apreciables: Froylan Turcios, y sobre todo Juan Ramón
Molina. Siguen siendo ellos los primeros nombres de la literatura hondureña,
que en el presente siglo dio pocas obras perdurables. La lista podría
sintetizarse en el nombre del infatigable Rafael Heliodoro Valle, que fue
conspicuo antologista y difusor de las letras de Honduras y Centroamérica, y
buen escritor él mismo.
Jose Cecilio del Valle, 1780-1834.
José Trinidad Reyes, 1797-1855.
Rómulo E. Durón, 1865-1942.
Froylan Turcios, 1872-1943.
Lucila Gamero, 1873-1964.
Juan Ramón Molina, 1875-1908.
Rafael Heliodoro Valle, 1891- 1959.
Arturo Mejía Nieto, 1900-1972.
Marcos Carías Reyes, 1905-1949.
Claudio Barrera, 1912-1971.
Argentina Díaz Lozano, 1912.
Eliseo Pérez Cadalso, 1920.
Óscar Acosta, 1933.
César Aira, Diccionario de Autores
Latinoamericanos. Argentina, 2001. Ed. Emecé - Ada Korn.
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Contratapa del libro:
"Único en la bibliografía sobre la materia, este
diccionario expone las riquezas de cinco siglos de literaturas americanas desde
la perspectiva personal de un lector voraz, que renueva la consideración de las
figuras canónicas y "apunta a los buscadores de tesoros ocultos", rescatando
con fruición escritores raros y excéntricos. "Es con esa intención -
advierte César Aira - que me extiendo en desconocidos y olvidados, y mucho más
en el pasado que en el presente; no he incluido autores surgidos en los últimos
veinte años". Con rigurosa erudición y gustos desprejuiciados, Aira
propone una obra útil para la consulta y de atractiva lectura. Narradores,
poetas, dramaturgos alternan con historiadores, científicos, periodistas,
cronistas antiguos y modernos, utopistas y aficionados. Un original sistema de
doble remisión permite la búsqueda de nombres individuales y el rastreo de
panoramas por país o por época. En los tiempos que corren, este libro
constituye un esfuerzo monográfico excepcional.