viernes, 17 de octubre de 2014

Thomas Bernhard, Three days. Documental.



Dos escuelas útiles, naturalmente: estar solo, aislado, no ser parte de nada...y por otro lado la desconfianza constante porque uno está solo, aislado y uno no es parte de nada. Esto desde la infancia.
 (...)
Uno lee libros: resistencia. Uno no desea libros para nada, uno no quiere tampoco pensamientos, uno no quiere ni lenguaje ni palabras, no quiere frases, uno no quiere historia.
Uno no quiere nada de nada. A pesar de ello uno se duerme, y uno se despierta. Si uno se duerme, uno se despierta, después de despertar, uno se levanta. Uno debe levantarse, contra todas las resistencias.
 Uno debe salir del cuarto. Aparece el papel, aparecen las frases, en realidad siempre las mismas frases, uno no sabe de dónde. Monotonía, no? De ella nacen nuevas resistencias cuando uno se da cuenta de todo esto.
Uno no quiere en realidad nada más que dormir, no saber nada más. De pronto, nuevamente el deseo. ¿Por qué la oscuridad?Por qué de nuevo siempre la misma oscuridad total en mis libros?
 

T. Bernhard