jueves, 22 de noviembre de 2012

«I» como «Idea». A propósito del arte. Entrevista de Claire Parnet a Gilles Deleuze.


Gilles Deleuze y Claire Parnet

"I" por "Idea"

Yo diría que prácticamente hay que distinguir tres especies, tres dimensiones, tres cosas, tan fuertes que se mezclan en todo momento. Habría que hablar de (y con esto retomo el hilo, lo que explico es mi trabajo futuro, lo que verdaderamente me gustaría hacer, intentar ver claro en el asunto) los conceptos. Los conceptos son la verdadera invención de la filosofía, y luego están los que podríamos denominar perceptos: los perceptos son el dominio del arte. ¿Qué son los perceptos? Creo que un artista es alguien que crea perceptos. Entonces, ¿por qué emplear una palabra rara, «percepto», en lugar de percepción? Precisamente porque los perceptos no son percepciones. Diría: ¿qué quiere un hombre de letras, un escritor, un novelista? Yo creo que quiere llegar a construir conjuntos de percepciones, de sensaciones que sobreviven a aquellos que las experimentan. Y eso es un percepto. Un percepto es un conjunto de percepciones y de sensaciones que sobrevive a aquél que las experimenta. Pongo ejemplos... Hay páginas de Tolstoi que describen de una forma que dífícilmente podría superar un pintor –o de Chejov, de otra manera, que describen el calor en la estepa. Así, pues, es todo un complejo de sensaciones, porque hay sensaciones visuales, auditivas y casi gustativas, algo que entra en la boca, etc. Y trata de dar a ese complejo de sensaciones una independencia radical en relación a aquél que lo experimentaba. Tolstoi también describe atmósferas. En las grandes páginas de Faulkner. Si estudias a los grandes novelistas, ves que logran eso. Hay uno que prácticamente lo ha dicho y que me encanta, que creo que no es muy conocido en Francia, pero que es un gran novelista estadounidense: Thomas Wolfe. Thomas Wolfe dice en sus novelas lo siguiente: «Alguien sale por la mañana, y siente un aire fresco; le llega un olor de cualquier cosa, digamos que de pan tostado: hay un complejo de sensaciones. Un pájaro pasa por el cielo: hay un complejo de sensaciones. ¿Qué deviene cuando muere el que lo experimenta? ¿O cuando hace otra cosa? ¿Qué deviene?». En fin, lástima: en cierto modo, la cuestión del arte me parece que consiste en esto. El arte da una respuesta a eso. Dar una duración o una eternidad a... ese complejo de sensaciones que ya no es aprehendido como si fuera experimentado por alguien o, si acaso, que va a ser aprehendido como si fuera experimentado por un personaje de novelas, es decir, por un personaje ficticio. Eso engendrará la ficción. ¿Y qué es lo que hace un pintor? Bueno, creo que no sólo hace eso, sino que un pintor da consistencia a los perceptos. Arranca perceptos de las percepciones.

Thomas Wolfe dice en sus novelas lo siguiente: «Alguien sale por la mañana, y siente un aire fresco; le llega un olor de cualquier cosa, digamos que de pan tostado: hay un complejo de sensaciones. Un pájaro pasa por el cielo: hay un complejo de sensaciones. ¿Qué deviene cuando muere el que lo experimenta? ¿O cuando hace otra cosa? ¿Qué deviene?». En fin, lástima: en cierto modo, la cuestión del arte me parece que consiste en esto. El arte da una respuesta a eso. Dar una duración o una eternidad a... ese complejo de sensaciones que ya no es aprehendido como si fuera experimentado por alguien o, si acaso, que va a ser aprehendido como si fuera experimentado por un personaje de novelas, es decir, por un personaje ficticio. Eso engendrará la ficción. ¿Y qué es lo que hace un pintor? Bueno, creo que no sólo hace eso, sino que un pintor da consistencia a los perceptos. Arranca perceptos de las percepciones. Hay una frase de Cézanne que me impresiona más que ninguna otra. Dice: «El impresionismo...»

... Sí, un pintor... un pintor no sólo hace eso, porque... Me impresiona mucho una frase... Puede decirse ya que los impresionistas retuercen verdaderamente la percepción. Puede decirse que un concepto filosófico, literalmente, en fin.. en cierto modo hende el cráneo, porque se trata de un hábito de pensamiento nuevo. Si la gente no tenía el hábito de pensar así, bueno: eso hende los cráneos. En cierto modo, un percepto retuerce los nervios. Así que podemos decir que los impresionistas inventan perceptos. Pero hay una frase de Cézanne que me parece tan hermosa, que dice algo así como: «Hay que hacer duradero al impresionismo». Es decir, el motivo todavía no ha cobrado su independencia. Sí, se trataba de hacerle duradero, y eran precisos nuevos métodos para que el impresionismo se hiciera duradero. Con ello no sólo quiere decir que el cuadro se conserve más: quiere decir que el percepto cobra una autonomía aún mayor, para lo que le serán precisas nuevas técnicas.

Y luego hay un tercer tipo de cosa –yo estoy muy convencido de los lazos entre todas: se trata de lo que habría que llamar los afectos. Por supuesto, no hay percepto sin afecto. Intentaba definir el percepto como un conjunto de percepciones y de sensaciones que se ha tornado independiente de aquél que lo experimenta, y a este respecto, para mí los afectos son devenires, que desbordan aquél que pasa por ellos, que exceden las fuerzas de aquél que pasa por ellos: eso es un afecto. Yo me preguntaría casi si la música no será la gran creadora de afectos, si no nos arrastrará hasta potencias que nos superan. En fin, es posible. No obstante, lo único que quiero decir es que en cualquier caso los tres están ligados. Quiero decir que, si tomas un concepto filosófico, sencillamente, ya no se trata de cuestiones de acento. Es cierto que un concepto hace ver cosas, y por eso los filósofos tienen un lado vidente, o en todo caso lo tienen aquellos que me gustan. Spinoza hace ver, es más, se trata de uno de los filósofos más videntes. Nietzsche hace ver cosas, y se cuenta también entre los lanzadores de afectos fantástico, de tal suerte que, en ese momento, verdaderamente hay que hablar, como algo que viene a la mente por sí solo: hay una música de esas filosofías. Bueno, yo creo que, inversamente, por más que se diga, la música hace ver cosas muy extrañas, aunque no fueran, como sucede a veces, que se trate de colores: hace ver colores, pero que no existen fuera de la música. Y en cuanto a los perceptos, sucede lo mismo: todo ello está muy ligado. Yo llego a soñar con una especie de circulación de los unos en los otros: conceptos filosóficos, perceptos pictóricos, afectos musicales. No resulta sorprendente que haya resonancias, que por más independientes que sean... se trata de obras de un género completamente diferente, pero que no dejan de penetrarse, sí. 

Abecedario. Gilles Deleuze