Foto: J. R.
Hernán Antonio Bermúdez
Desde
hace varios años vive entre nosotros Sara Rolla, profesora de literatura,
crítica y ensayista. De nacionalidad argentina, se caracteriza por la lucidez
irónica, el desasosiego y la inconformidad constantes, la finura de las
comparaciones y la capacidad para derivar conclusiones reveladoras a partir de
ellas.
En
sus escritos hace ver que el arte literario tiene que poseer un mundo propio
para convencer al lector, así como un estilo capaz de proveer la unidad orgánica
de una sola pieza.
Sara
Rolla también hace ver que la escritura y lectura de textos de ficción produce
un efecto bienhechor en la mente humana, al profundizar y refinar la
percepción, además de enriquecer (nos) tanto en el plano emocional como en el
intelectual.
Por
lo demás, ella posee algo vital: una visión anti-provinciana, producto de su
sólido y matizado marco de referencias culturales que deriva del ámbito
rioplatense en que se formó. Sus aptitudes le permiten siempre trazar un
diagrama crítico de la obra considerada, rescatando su vivacidad, a diferencia
de los modelos basados en simples análisis de sangre fría, que nunca
satisfacen, salvo quizá a algunas secas
mentes académicas.
Su obstinada labor ha tenido una incidencia
para nada despreciable en la literatura hondureña y ha actuado como fermento y
espuela de la ola de creatividad literaria que experimenta actualmente San
Pedro Sula, ciudad donde reside ya jubilada como docente universitaria.
¡Bravo, Sara!
Tegucigalpa, marzo del 2014