La visita
-¿Contempla usted el Consorcio Editorial? -pregunté más dulcemente de lo que K. esperaba, aunque en un tono que parecía desaprobar esta ocupación.
-Sí -dijo K.-; no soy de aquí, de San Pedro Sula, he llegado ayer.
-¿No le gusta el Consorcio? -pregunté con rapidez.
-¿Cómo? -Respondió K. un poco aturdido; luego repitió la pregunta más lentamente-: ¿Si me gusta el Consorcio? ¿Por qué no me va a gustar?
-A ningún extranjero le gusta -le dije.
-Eso le compete a Mersault o a Camus, y este no es mi caso -respondió con ingenio.
Luego nos marchamos a Cuchillo por unas jarras de cervezas.