fotograma: Domicilio Conyugal- François Truffaut
"A esa hora la casa estaba
siempre mal caldeada, pero
Elide se había desnudado completamente,
temblaba un poco,
y se lavaba en el cuartito de baño. Detrás
llegaba él,
con más calma, se desvestía y se lavaba también,
lentamente, se quitaba de encima el polvo y la grasa del
taller. Al
estar así los dos junto al mismo lavabo, medio
desnudos, un poco
ateridos, dándose algún empellón,
quitándose de la mano el
jabón, el dentífrico, y
siguiendo con las cosas que tenían que
decirse, llegaba
el momento de la confianza, y a veces, frotándose
mutuamente la espalda, se insinuaba una caricia y
terminaban
abrazados."
"La aventura de un matrimonio"