"-Es
esta música. Si supiese lo que me recuerda. La música. ¿la oye?
-No,
no la oigo.
-Incomprensible.
Esta música es toda mi vida. Cuando la oigo me... Un día estaba en
mi casa, tocaban esto... A mi lado estaba ella... una mujer...
magnífica, guapa. Le cogí la mano, así la acariciaba por encima...
por encima, así. Le dije: ¿me ama Ud.? Me contestó: “no”.
Compré el disco... porque esta música es mi histeria colectiva,
¿no?Un día estaba en mi casa... puse el disco... giraba, giraba...
¡en mi cabeza todo daba vueltas! A mi lado... ella no era la misma.
Menos guapa que la primera. Le cogí la mano... se la acaricié por
debajo... para variar un poco. Le dije: ¿me ama usted? Me contestó:
“Sí, sí”. ¡Yo no la amaba, entonces rompí el disco! Un día
pongo la radio. Y tocaba esto. ¡Esto! ¿Por qué esto y no otra
cosa? Estaba a mi lado... al otro lado... era en su casa. Era la
tercera... Cogí su mano, la acariciaba en los dos sentidos, quería
acabar, empezaba a ponerme nervioso. Le dije: ¿me ama usted? Dijo:
“sí, señor”. Le dije: ¿me concede su mano? Y dijo: “hace 10
minutos que la tiene. Es verdad. Sí, le dije. Entonces me la quedé.
¡10 años! Esta música no la soporto. ¡No puedo! ¿La oye? No la
puedo soportar. Esta música ¿no la oye?."