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jueves, 15 de junio de 2017

LA DEUDA QUE ES UN REGALO. Hernán Antonio Bermúdez



“…el guazalo, al que los vecinos llamarían tacuacín, como si fuera un diminutivo cariñoso” 
(p. 35)

        “La poesía es menos previsible que la prosa”. 
                          Eugenio Montale


De estas Honduras mis estampas es el título que le ha dado Miguel Albero a su poemario recién publicado*, a manera de despedida del país donde ha permanecido poco más de tres años y medio como Embajador de España.

  Pero el que parte, una vez finalizada su misión, no es cualquier diplomático. Se trata, más bien, de un talentoso hombre de letras, que ha descollado en poesía, narrativa y
ensayo, y ha sabido combinar sus dotes en ambos oficios.

  Si bien advierte desde el texto introductorio que no quiere incurrir en los consabidos ejercicios literarios que sus colegas del oficio dedican a los destinos que les ha tocado en la carrera, hace de Honduras su teatro de operaciones y recorre su geografía secreta:
Que en el Sur las bondades no escasean,/ Regresa cuando quieras a probarlas,/ Y, hasta esa vuelta feliz y muy cercana,/ Que el calor de esta tierra te acompañe. (p. 62)

  Así, el lector se deja guiar por el poeta desde Amapala (Amapala,/ No seas tan ingrata y ámame –p. 17) y Choluteca,  con escalas en Tegucigalpa (La Tigra y El Hatillo incluidos), la granja Elia (en Siguatepeque), Comayagua, Santa Rosa, Gracias y Copán, hasta San Pedro Sula, Trujillo, Guanaja y Roatán, sin dejar de lado a Lancetilla.

  Aparte está la celebración de las especialidades gastronómicas, tamal, nacatamal, montuca (p. 75), el chanchito crujiente y muy rosado/ y el café con Timochenko bien cargado (p. 54) amén de rosquillas, raspados y chicharrones, el señalamiento de modismos locales, verbigracia el “Fíjese que…”,  “¿Y entonces?”, “Ni quiera Dios”, junto al “vaya pues”, y la detección de gestos peculiares como el señalamiento con los labios ( “Para señalar mis labios bastan”).

  Las asignaciones literarias que el propio autor se impuso de dejar plasmadas sus “estampas”, hacen que tópicos o enfoques antes inimaginables sean, de pronto, admisibles. Y no sólo eso sino que resulten, además, afortunadas.  Así, el lector tiene la sensación de que las palabras se han coludido para encontrar su propio arreglo, con el placer concomitante de toparse con un vocablo calzado a la perfección: Anacahuite, samán, árbol de lluvia,/ Muchos nombres y un tronco solo,/ Bajo tu manto escondes mil rosquillas,/ Juegan los niños, charlan los mayores,/ Invades la plaza de verde y alegría. (p. 15)

  Incorruptible en su frescura, Albero deslíe sus acechos a lugares, hechos y ocurrencias con absoluta maestría técnica y libertad. Es más, se podría decir del libro aquello de que “crea el gusto mediante el cual puede ser apreciado”.

  Pero más que elegías a localidades (No cuentes forastero mi secreto,/ No digas a nadie que aquí reside el paraíso, -p. 51) se asiste a la elegía de estar vivos, al gozo de vivir en este mundo: Nadie se detiene, todos siguen,/ En permanente giro sobre un eje,/ Dando vueltas y vueltas a esa plaza,/ Y con ella al día, a la semana, al mes, / al tiempo, a nuestras vidas. (p. 28)

  La vida, como suele decirse, convierte el tiempo en memoria. Así, Roatán le hace decir a Miguel Albero:

Y llegas a pensar que el tiempo
Como el agua se detiene,
A pensar en quedarte para siempre,
En dejar que el tiempo te arrope
Y se te olvide, en dejarte ir,
En dejarte, en suma. (p. 29)

  Las exploraciones poéticas del autor alrededor de “lo nuestro” abren vías novedosas para indagar en el mundo en que vivimos, desde una visión no por “distanciada” menos perceptiva y eficaz.

  El trabajo sobre el lomo del lenguaje –merced a su destreza y soltura- le permite al poeta pulsar notas que hacen mella y terminan por conmover al lector de la comarca: el texto le “salta” encima por su belleza, perdurabilidad y poder sugestivo. Baste, finalmente, citar sus líneas dedicadas a El Hatillo, cuyo aire de bosque no tropical (p. 44), le lleva a decir que En diciembre, cuando llega la Navidad/ Al Hatillo y hace frío, los pinos se visten/ De fiesta, la niebla se espesa como una salsa (p. 45).

  ¿Visión de ensueño sobre Honduras? Quizás. Ya nos anunció en el proemio lo que se propuso. Así, esa mencionada “deuda” con el país se convierte en un regalo espléndido y en una obra del todo lograda.
                      Tegucigalpa, 15 de junio de 2017


*La edición artesanal, en tapa dura, del libro estuvo a cargo de ManoNostra, y es digna de encomio.

miércoles, 7 de junio de 2017

Gustavo Campos "poeta serio" o "de primera clase". Según David Craven y Sergio Ramírez


Buscando una antología que elaboramos en conjunto con poetas cubanos, en la colección “Mar por medio”, Cuarta Dimensión de la tarde (2010), encontré este viejo correo del distinguidísimo Dr. David Craven, Profesor de Historia del Arte en la Universidad Albuquerque de Nuevo México, USA, a quien conocí hace algunos años gracias al Dr. en Historia del Arte Gustavo Larach. 

David Craven, que sigás descansando en paz. Fue una espléndida e inolvidable noche la compartida en Tegucigalpa. 


En correo menciona que Gustavo Larach y él sostuvieron una conversación con el maestro Sergio Ramírez (ahora PREMIO CERVANTES 2017) cuando anduvieron en investigación de las obras de arte en época del sandinismo, y se refirió a mí como un "poeta serio". Luego el Dr. Larach expuso en El Museo de Antropología e Historia de S.P.S. lo investigado. 

viernes, 13 de febrero de 2015

Festival Internacional de Poesía de Granada.








110 poetas del mundo de 54 países asistirán al XI Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua. El evento será del 15 al 22 de febrero. Por allí veré a los poetas amigos Susana Reyes, Alfonso Fajardo (El Salvador); Maria Palitachi (República Dominicana); Rolando Kattán, Néstor Ulloa -y Gustavo Campos-(Honduras) y Kike Zepeda (El Salvador).

Los poeta Claudia Emerson, Premio Pulitzer; Marco Antonio Campos, Premio Nezahualcóyotl de México; y el poeta cantautor Luis Eduardo Aute, Gaston Bellemare (Fundador y Presidente de Festival Internacional de Poesía, Trois Riviére, QC), Richard Blanco (Poeta Laureado de Estados Unidos) están entre los invitados.

Este evento mundial ha sido dedicado al poeta Enrique Fernández Morales, y en saludo a la poeta costarricense Eunice Odio, “porque tenemos la voluntad total de centroamericanizar nuestro festival”, anunció su presidente Francisco de Asís Fernández.
Ya está elaborado el programa del Festival y por allí habrá un concierto de Luis Eduardo Aute y Carlos Mejía Godoy.

Enlace: Granada

lunes, 17 de noviembre de 2014

XI Festival Internacional de Poesía de Granada 2015



Veo que hay varios poetas amigos (dominicanos, salvadoreños y mexicanos) que andarán en el Festival. Además de la presencia de Luis Eduardo Aute y el premio Pulitzer Claudia Emerson, entre otros reconocidos poetas. 

Por Honduras asistirán: 
Rolando Kattan
Néstor Ulloa
Rubén Izaguirre
Gustavo Campos



"Al menos 115 poetas de 57 países han confirmado su participación a la XI edición del Festival Internacional de Poesía, que estará dedicado al poeta, narrador, dramaturgo, pintor, coleccionista y promotor cultural nicaragüense Enrique Fernández Morales (1918-1982), informaron hoy los organizadores. Al festival, que tendrá lugar del 15 al 21 de febrero de 2015 en la ciudad colonial de Granada, acudirá la poetisa estadounidense Claudia Emerson, Premio Pulitzer de Poesía 2006, dijo en rueda de prensa el presidente de ese evento, Francisco de Asís Fernández. También asistirá el vate peruano Eduardo Chirinos, premio Casa de América de España; los mexicanos Óscar Oliva, Premio Nacional de Poesía de México, y Marco Antonio Campos, Premio Nezahuacalcoyotl.

Asimismo, el guatemalteco Enrique Noriega, Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”; la croata Dorta Jagic, Gran Premio de Poesía de los Balcanes; la china Jidi Majita, Medalla Conmemorativa Sholokhov y el artista filipino Luis Eduardo Aute, entre otros."


 - See more at: http://www.festivalpoesianicaragua.com/2014/11/el-xi-festival-de-poesia-de-nicaragua-reunira-115-poetas-de-57-paises/#sthash.ekDoHJtH.dpuf


martes, 23 de septiembre de 2014

Miedo. Raymond Carver



  

 Cinema Paradiso
   
MIEDO

    Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
    Miedo de quedarme dormido durante la noche.
    Miedo de no poder dormir.
    Miedo de que el pasado regrese.
    Miedo de que el presente tome vuelo.
    Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
    Miedo a las tormentas eléctricas.
    Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
    Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
    ¡Miedo a la ansiedad!
    Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
    Miedo de quedarme sin dinero.
    Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
    Miedo a los perfiles psicológicos.
    Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
    Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
    Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
    Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
    Miedo a la confusión.
    Miedo a que este día termine con una nota triste.
    Miedo a despertarme y ver que te has ido.
    Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
    Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
    Miedo a la muerte.
    Miedo a vivir demasiado tiempo.
    Miedo a la muerte.
    Ya dije eso.

martes, 17 de junio de 2014

Lectura de poesía "Luz del día". Viernes 20 de junio. CCS




Se contará con la participación especial de Karla Coreas.

Poetas locales que leerán: Ana María Alemán, Débora Ramos, Murvin Andino, Indira Flamenco, Otoniel Natarén, Marco Tulio del Arca, Julio César Pineda, Carlos Rodríguez, Gustavo Campos, Rubén Izaguirre, Rainier Alfaro.


entrada gratis


Biblioteca del Centro Cultural Sampedrano
Viernes 20 de junio de 2014
Hora: 7:00 p.m.

San Pedro Sula, Honduras.

sábado, 8 de marzo de 2014

Prodigios. Luis Eduardo Aute




Letras
De pronto vi prodigios,
mareas de sombra y de luz
subiendo por tu cuerpo
en el centro de un contraluz...
Oculto, a tus espaldas,
el sol levantaba un altar...
La luna en tu pupila
era una perla flotando en el mar...
Y desperté
del sueño o maravilla,
no lo sé...
Y me volví,
dormías dulcemente
junto a mí...
"Despierta, amor..."
te dije y todo ardía
alrededor.
Volvieron los prodigios,
pero ahora eran pura verdad...
tu cuerpo era la tierra
y yo, el centro de gravedad...
El tiempo se detuvo
creando un instante inmortal...
Tu cuerpo era el principio
y el mío, su punto final...
Y me dormí,
vencido por el sueño
junto a ti...
luego soñé,
soñé que despertaba
y te busqué
Te fuiste, amor...
y sólo hubo ceniza
alrededor.
Y ya no vi prodigios
ni luces, ni sombras, ni mar
Tu cuerpo era un vacío
y su centro, el frío polar...
El sol de medianoche
cayó en un eclipse total...
La luna dibujaba una guadaña
de juicio final..
Y desperté
del sueño o pesadilla,
no lo sé...
Te descubrí
velando mis terrores
junto a mí...
Volviste, amor
Y ardía el Universo
alrededor...

miércoles, 29 de enero de 2014

Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus. Agustín Fernández Mallo


Fotograma: Domicilio Conyugal- François Truffaut



El destino de la memoria [ese órgano poroso] no es olvido; es la infidelidad. Colados en el recuerdo de otro, somos otro. Ensimismados en un objeto no sabemos que es otro quien se nos ha colado en forma de objeto. Y cuando en busca de un viejo amor desandamos el trayecto [exactamente el mismo], encontramos otra cosa [pero no nos damos cuenta], y como sólo puede existir aquello que volverá a repetirse [es ley], a veces dudo de si realmente hemos caminado ese camino [por deducción: algún camino, todos los caminos]. Y si un perro se muere lo que lloramos es haber conocido la verdad que aún no nos ha llegado. Y las manzanas nunca caen de la misma forma [tampoco los párpados; por eso soñamos]. Y si todo esto no es cierto, o no existe el hombre, o no existe el poema, o ningún hombre ha escrito jamás un poema. Pero no te escribía para esto [que también], sino para decirte que ayer encontré una carta tuya en la que me decías, «acabo de llegar y ya sé que me vestirás con tus besos». Un día, en alguna infidelidad de la memoria, habrá sido verdad. 


 Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus (Alfaguara, 2012)

lunes, 26 de agosto de 2013

Defensa de la poesía. Percy Bysshe Shelley

Trazo. Xul Solar


…porque la mente en el momento de la creación es como carbón apagado que una invisible influencia, como viento inconstante, despierta a transitoria brillantez; este poder surge del interior como el olor de una flor que se marchita, que decae y cambia según se desarrolla, y las partes conscientes de nuestra naturaleza no pueden profetizas ni su proximidad ni su alejamiento. Aun cuando esa influencia pueda persistir en su pureza y fuerza de origen, es imposible predecir la magnitud de sus resultados.


martes, 9 de julio de 2013

"Escrito en un block de lluvia". Jorge Pimentel




La convulsión de su rostro quebraba los espejos 
en aquel cuarto del hotel Colón en Lima. 
A pocos pasos yaciendo en la majestad de cierta luz, 
que otorgaba otoño a la lluvia, un diario de la tarde abierto y desbaratado. 
Ya sin fuerzas después del primer intento por desordenar 
el cauce de las aguas en tu vientre, la ropa, nuestras prendas 
se derretían en una sillita tapizada con dibujos que representaban 
cacerías de liebres al amanecer, mientras ¡schisss! iban germinando, 
girasoles, campos inmensos donde reposaban tus ojos adormilados. 
Diste de beber a un mormón ya una troupe de circo abandonada 
por su manager crazy. Entonces, sí, tu cabellera era una hoja azul. 
Y emprendí el más largo extenso camino con un ábaco bajo el brazo 
e innumerables páginas en blanco para ser escritas. 
El Amordazado pudo expandir su nombre a los vientos y corrió hacia los árboles 
regocijándose ante 
el destello violáceo que emitía un durazno cubierto con gotas de rocío. 
El Amordazado se internó en los caminos y seguramente 
dos relámpagos oportunos caerán sobre él y lo veremos. 
Me desangraba, mis escamas esparcidas en aquel cuarto de hotel. 
Y comencé a oír la música arrancada de un sistro profundo, mientras tus pezones, 
dilatándose, interferían la entrada de los botes y barcazas al puerto. 
Y El Optimista lanzó sus redes al mar, y no te encontró. 
Fuiste expuesta a la puntería de un Arcabucero algo obeso 
y a la sapiencia de un Ballestero Otomana antes y después
junto a viejos encapuchados alumbrándose con antorchas. 
y tú, inmensa como un mástil, ibas empujada por vientos cada vez más fuertes, imposibles. 
«Si existe el sol debe ser aterrador», dijo entonces El Sabio. 
y un trozo de cielo flotaba como un ramaje pálido en tus entrañas. 
y vimos luceros y cuatro proyectiles de esos dieron una visión espléndida. 
El Sindicado de no cuerdo y muy repelente, iluminó su dentadura. Luego de hacer 
diversos movimientos con manos y pies -dijo- «agótala primero, tras de ti corren, 
tras de ti están corriendo». A lo que yo asentí nombrando ¡los condenados!, 
Y se me sombreó medio pómulo y ya no pude ocultarme. 
Un invierno atroz cayó sobre mí, mientras oía tus gritos de devoción 
hacia el vuelo circular y en picada del pez martín. 
«Eso fue suficiente», consignó mi relator y llenó mis papeles con una palabra: AMOR. 
Y fui obsesionado con esas lecturas que mi relator puso en mí. 
Y ya quería saber que había detrás de tus ojos. 
«Sé real a través de un lenguaje que te posibilite ir más allá», 
asentó El Utopista antes de evaporarse. 
Y clamé por ti y bebí una sola vez y cogí líquenes y una pepa de eucalipto. 
«Vuelve a ella, ponte en sus piernas como un lince encima de un promontorio» 
asentó El Homicida con los hombros encogidos exhalando niebla. 
Y exclamó: «si la vida no fuese la muerte, qué seríamos». 
Y ya no alcancé a oír más bellezas y emprendí el regreso. 
Y todos empezaron a correr en diversas direcciones, 
Y en la confusión olvidaron una pluma de ganso e intenté conservarla, y no hubo silencio. 
Y comencé a repetir sobre el valle inmenso de la vastedad de los relatores, tu nombre.
Y mis ojos se enturbiaron y una luz diluía tu rostro. 
Le daba una extraña forma que'yo reconocí. 
Venías detrás de un anciano relator completamente desnuda cruzando 
un campo de flores amarillas, y El Anciano afirmó: 
"con una palabra de ternura podrás conquistar el futuro», 
mientras los relatores leían frases escritas ya por mí y que había olvidado. 
Una de ellas decía: "entonces sí, tu cabellera era una hoja azul», 
otra "la convulsión de tu rostro quebraba los espejos» y una tercera 
«tú, inmensa como un mástil» y el relator me corrigió, «esa fue la segunda 
fase, nunca se dio la tercera», «faltó equilibrio», El Anciano dijo: 
«vuélvase lentamente», y acotó: «ésta será tu obra, perfecciónala». 
Y te tuve frente a mí. 
«Eso fue suficiente», consignaron las diJetantes voces de los acuciosos. 
A lo que mi relator, a una observación mía, 
extrajo un block de lluvia y escribió: 


«más allá del planeta» 
«más allá del planeta» 


lunes, 10 de junio de 2013

Un poeta le dijo a su novia. Robert Walser

Fuente de imagen: clic


Un poeta le dijo a su novia
«Ya sabes que soy un genio
Y que por eso no puedo evitar
Vivir al día cual inútil.
Es lo que hacían todos
Quienes se sintieron llamados a algo superior.
Los de mi linaje no nos resignamos a
Ser aplicados y trabajadores,
Es algo que dejamos para los burgueses».
Acto seguido, la muchacha respondió:
«¿Acaso te crees más que el resto?
Deberías avergonzarte de un orgullo tan descarado.
Si eres un verdadero poeta
Léeme lo que has escrito.
El cuento de Nonosresignamos
Mejor se lo cuentas a otra
¡La arrogancia y las osadas frases hechas
No bastan para hacer un poeta!»
Él le mostró su último
Poema y dijo: «He tardado cuatro semanas
En escribirlo». «¿Qué?» exclamó ella. «¿Cuatro semanas?»
Lo leyó , y cuando hubo terminado,
Se rió en su cara y le tiró
El poema a los pies:
«Estos versos son horribles
Y el que los haya compuesto
Que se quite ahora mismo de mi vista».
El poeta estaba derrotado,
Se pasó la mano por el cabello
Y dijo: «No te lo tomes así»,
Y le dio un beso y recogió
El poema, se buscó un buen
Oficio, y se convirtió en un hombre honrado
Y ambos fueron muy felices
Y se amaron, tuvieron hijos
Y no hicieron nada que no fuera sensato.


Traducción de Juan de Sola Llovet

jueves, 23 de mayo de 2013

Nos falta un presente. Mahmud Darwish



NOS FALTA UN PRESENTE

Partamos tal como somos:
una dama libre
y su amigo fiel.
Partamos juntos en dos direcciones.
Partamos como somos, unidos
y separados.
Nada nos causa dolor,
ni el divorcio de las palomas ni el frío en las manos
ni el viento en torno a la iglesia.
Los almendros no han florecido del todo.
Sonríe para que sigan floreciendo
entre las mariposas de tus hoyuelos.

Dentro de poco tendremos otro presente.
Si te das la vuelta no verás
sino exilio tras de ti:
tu dormitorio,
el sauce de la plaza,
el río, tras los edificios de cristal
y el café de nuestras citas... todo, todo
preparado para convertirse en exilio.
¡Seamos buenos!

Partamos tal como somos:
una mujer libre
y un amigo fiel a sus flautas.
No tenemos suficiente edad para envejecer juntos,
ir a paso lento al cine,
ver el epílogo de la guerra entre Atenas y sus vecinos
y asistir dentro de poco
a la ceremonia de paz entre Roma y Cartago.
Dentro de poco los pájaros emigrarán de un tiempo a otro.
¿Este camino no es más que polvo
en forma de sentido? ¿Nos ha conducido
en un viaje efímero entre dos mitos?
¿Es necesario y somos necesarios,
como un extraño que se ve en los espejos de su extraña?
"No, éste no es mi camino a mi cuerpo".
"No hay soluciones culturales para las preocupaciones existenciales".
"Allá donde estés, mi cielo es
verdadero".
"¿Quién soy yo para devolverte el sol y la luna precedentes?".
Seamos buenos...

Partamos tal como somos:
una amante libre
y su poeta.
No ha caído suficiente
nieve de diciembre. Sonríe
y caerá como copos de algodón sobre las oraciones del cristiano.
Dentro de poco regresaremos a nuestro mañana, tras nosotros,
allí donde éramos dos niños al comienzo del amor
jugando a Romeo y Julieta
para aprender el léxico de Shakespeare...
Las mariposas volaron del sueño
como el espejismo de una paz rápida.
Nos coronaron con dos estrellas
y nos mataron en el combate por el nombre
entre dos ventanas.
Partamos, pues,
y seamos buenos.

Partamos tal como somos:
una mujer libre
y su amigo fiel.
Partamos tal como somos. De
Babilonia vinimos con el viento
y hacia Babilonia vamos...
Mi viaje no es suficiente
para que, sobre mis huellas, los pinos se conviertan
en panegíricos del lugar meridional.
Nosotros somos buenos aquí. El viento del norte
es nuestro viento y meridionales son las canciones.
¿Soy yo otra tú
y tú otro yo?
Éste no es mi camino a la tierra de mi libertad.
Éste no es mi camino a mi cuerpo
y yo no seré "yo" dos veces
ahora que mi pasado ha ocupado el lugar de mi mañana
y me he escindido en dos mujeres.
No soy oriental
ni occidental.
No soy un olivo que ha dado sombra a dos aleyas.
Partamos, pues.
"No hay soluciones colectivas para las obsesiones personales".
No es suficiente que estemos juntos
para estar juntos...
Nos falta un presente para ver
donde estamos. Partamos tal como somos,
una mujer libre
y su viejo amigo.
Partamos juntos en dos direcciones.
Partamos juntos
y seamos buenos...


lunes, 20 de mayo de 2013

Esto. Fernando Pessoa







Esto

Dicen que pretendo o miento
En cuanto escribo. No hay tal cosa.
Simplemente
Siento imaginando.
No uso las cuerdas del corazón.

Todo cuanto sueño o pierdo,
Que pronto cae o muere en mí,
Es como una terraza que mira
Hacia otra cosa más allá.
Esa cosa me arrastra.

Y así escribo en medio
De las cosas no junto a mis pies,
Libre de mi propia confusión,
preocupado por cuanto no es.
Sentir? Dejemos al lector sentir!



Versión de Rafael Díaz Borbón

martes, 14 de mayo de 2013

Dos poemas de Otoniel Guevara.


Foto de Otoniel Guevara


Búsqueda infinita
Para Amílcar Colocho,
Que me enseñó a encontrar

Una palabra frágil y valiente,
que suene hermosa en todos los idiomas,
que sepa bien en todos los banquetes,
que se responda en todos los suburbios,
que resplandezca furiosa entre los dientes,
que reverdezca todos los desiertos,
una palabra que bese como un hijo
que regresa de la muerte y del olvido,
una palabra frutal como los peces,
una palabra brutal como un amigo,
una palabra armada de unicornios,
una palabra de medidas exactas,
una palabra de amor en los cadalsos,
una palabra que no tenga voz alta,
una palabra que disipe tormentas,
una palabra que guíe a los descalzos,
una palabra de índole siniestra,
una palabra que llore con el alma,
una palabra que suene a uno mismo,
una palara
que no resuma nada.


Himno de amor.

Yo escribo el poema contra todos:
porque todos vacacionan en la playa,
porque todos sobreviven con un sueldo,
porque todos han matado lo que amaban,
porque todos sucumbieron ante el precio,
porque todos ignoraron La Poesía,
porque todos consultaron a su médico,
porque todos se abrazaban en la iglesia,
porque todos frivolizan el misterio,
porque todos cantan ebrios en los bares,
porque todos se reciclan en el miedo,
porque todos amnistiaron al tirano,
porque todos han votado contra el sueño,
porque todos crucifican la decencia,
porque todos tienen dedos en las manos,
porque todos mortifican la inocencia,
porque todos son muy serios muy muy serios
porque todos todos todos
están muertos.

Para mi entrañable hermano Imreh Andras, 
con quien compartimos el mismo idioma.


Otoniel Guevara (El Salvador,  1967)

lunes, 13 de mayo de 2013

Carretera. José Hierro




Fuente: ABC.es


Carretera

Volvía, volvía –con qué poca ilusión-
a donde tuve mis raíces, mis recuerdos, mi casa
frente al mar, y los árboles
plantados por mis manos, pisoteados por los niños,
comidos por los animales.
Mi casa junto al mar, más solariega
que otras, la que fue más hermosa que todas.
Con qué poca ilusión volvía.

Cárdenas tierras húmedas y soleadas, trigos
color de aquellos ojos, pincelada morada
sobre lo verde, allá en Vivar del Cid,
murallas de olmos negros, amapolas,
verdes sombríos por Entrambasmestas,
platas de la bahía, con qué poca ilusión
pasaba por vosotros.

Cómo se puede vaciar así
un corazón. Cómo se puede
llorar así, por dentro. Frustraciones o muertes,
nada me arrancó lágrimas desde aquellos aviones,
los que volaban sobre mí y arrasaban mi mundo
sin que arrojasen bombas, ni metralletas: sólo
con el ruido de sus motores,
demasiado terrible para mí entonces y ahora.

Qué quedó de mi vida entre sus alas.
Qué en la música oída en la noche,
la que vestía nuestra desnudez
mientras caía el agua pálida, qué gozo, el agua…
Qué se hundió por aquellas escaleras
precipitadas en la noche.
Qué congeló la luna que iluminaba las fachadas.
Qué llevó la marea en la playa de octubre.

Cómo es posible edificar,
reconstruir con tantos materiales
disueltos en el tiempo,  
gastados por la lluvia que no vimos caer.

Volví, volvía como ahogado
bajo un montón de escombros
que fueron mi edificio, mi alcázar,
sin una sola lágrima –para qué- que llorar,
apoyado en el llanto de otros días,
como si sólo con lágrimas de entonces
pudiese liberarse este dolor presente
que ya no encuentra llanto.

 Libro de las alucinaciones (Cátedra, 1986)