jueves, 30 de junio de 2011

A borrar el pasado y rectificar mi escritura.



Lo más ridículo y cursi que he escrito en mi vida es "Relato en clave de O", incluido en la muestra de narrativa Entre el parnaso y la maison, de reciente publicación. Lo que pretendió ser un monólogo, construido a base de recuerdos reales y ficticios, entre tres personajes que tenían una función representativa en ese juego que es la memoria y la manipulación de la misma, derivó en una dialéctica moralista que tenía por objeto que la voz narrativa en primera persona (el yo o "mi yo") no se viera afectado por los desplantes amorosos vividos. Comencé a enmascarar esa alabanza desmedida sobre buenos sentimientos bajo la idea de crear espacios reales o ficticios que fueran desplazándose según su requerimiento emotivo, huyendo de emociones reales como el odio y de síntomas como la repugnancia y el chantaje afectivo en aras de procurar un viaje interior del tiempo dentro de mi memoria. Sí, recuérdese a Proust y constrástese con Beckett. Un viaje interno de falsedad moralista y de grandes virtudes pregonadas, máscaras que usó durante tanto tiempo nuestra "sana" y bien portada literatura.

"O" designó lo obvio y mi desinterés por esa historia de antaño (bienestar fingido ante el verdadero dolor que sentí), "Nidia" lo presente, lo que me interesaba, a lo que quería aspirar, compárandola con la poesía, que, en una lectura real y sin manipulación significaría la repulsión y el hastío que provoca la poesía y la misma escritura en mí, en la cual me he interesado siempre por razones como la noción apocalíptica de la escritura.

Buscaba creer en algo. En el amor en ese momento. O creía que escribiendo eso ese alguien tendría que amarme. ¡Bah! Caí tan bajo que comprometí mis principios de escritura y todo aquello que me ha caracterizado como escritor, todo por esa voz narrativa que huía de la construcción de una historia. Y por pregonar esa aburrida palabra como es la "bondad"

De ahora en adelante haré honores a lo que me ha caracterizado como escritor. Agradezco a las dos únicas amigas que me lo dijeron en su momento: la sampedrana y la capitalina.

Esta es la muestra de cómo un joven escritor puede errar su camino. La buena literatura no se compone únicamente de lenguaje, no es sólo un hacer, sino también un pensar. Para nuestros críticos que se enfocan en la "forma", allí les queda la reflexión.

Quizás el único párrafo rescatable sea el último de la primera parte.

Borrón y cuenta nueva. Después de ese lapsus ridículo, Gustavo vuelve, vuelve, vuelve.

La misma mano que crea, es la misma que destruye. Y Gustavo vuelve, retorna, por fin liberado.

Fragmento de Haruki Murakami.


"Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. De que, yéndome a otro lugar y empezando una nueva vida, iba a convertirme en otro hombre. He repetido una vez tras otra la misma operación. Para mí representaba, en un sentido, madurar y, en otro sentido, reinventarme a mí mismo. De algún modo, convirtiéndome en otra persona quería liberarme de algo implícito en el yo que había sido hasta entonces. Lo buscaba de verdad, seriamente, y creía que, si me esforzaba, podría conseguirlo algún día. Pero, al final, eso no me conducía a ninguna parte. Por más lejos que fuera, seguía siendo yo. Por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. Por más que el decorado cambiase, por más que el eco de la voz de la gente fuese distinto, yo seguía siendo el mismo ser incompleto. Dentro de mí se hallaban las mismas carencias fatales, y esas carencias me producían un hambre y una sed violentas. Esa hambre y esa sed me han torturado siempre, tal vez sigan torturándome a partir de ahora. En cierto sentido, esas carencias, en sí mismas, son lo que yo soy."

miércoles, 22 de junio de 2011

El albatros. Charles Baudelaire




Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!

El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.

martes, 14 de junio de 2011

Invitados especiales a la presentación del libro "Cuarta dimensión de la tarde"



La escritora y crítica literaria Helen Umaña disertará sobre la importancia del libro para San Pedro Sula y Honduras.


Artistas invitados: los músicos Angie Samayoa y Fernando Cañadas.



Evento: Presentación del libro Cuarta dimensión de la tarde.
Antología de poetas hondureños y cubanos.

Lugar: Museo de Antropología de Historia de San Pedro Sula
Fecha: viernes 17 de junio
Hora: 7:00 p.m.


Entrada gratis.

domingo, 5 de junio de 2011

Presentación del libro "Cuarta dimensión de la tarde". Antología de poetas hondureños y cubanos.



Lanzamiento oficial del libro

Cuarta dimensión
de la tarde

Antología de poetas hondureños y cubanos.
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Selección a cargo de Otoniel Natarén y Rafael Vilches.
Colaboración de Gustavo Campos


El número de autores incluidos es de 37: 12 hondureños y 25 cubanos.

La edición estuvo a cargo de Otoniel Natarén, el poeta Rafael Vilches y su servidor.

El mérito de que saliera a la luz este proyecto es de Otoniel Natarén y Rafael Vilches, sus autores intelectuales.

Un libro que hermana dos pueblos: el hondureño y el cubano.

Sale bajo el sello editorial Ediciones La luz y Editorial Nagg y Nell.



Poetas hondureños: Jessica Sánchez, José Antonio Funes, Jorge Martínez, Otoniel Natarén, Murvin Andino, Carlos Rodríguez, Darío Cálix, David Pacheco, Marco Tulio del Arca, Naín Serrano, Julio César Antúnez
y Gustavo Campos.

Poetas cubanos: Delfín Prats, Luis Caissés, Manuel García Verdecia, José Poveda, Maribel Feliú, Rafael Vilches, Ghabriel Pérez, José Luis Serrano, Ronel Gónzalez, Alfonso del Rosario, Pablo Guerra, Luis Yuseff, Hugo Gónzalez, Adalberto Santos, Yoenia Gallardo, Irela Casañas, Yanier H. Palao, Fabián Suárez, Taimí Ocampo, Zulema Gutiérrez, Eliécer Tirso Almaguer, Moisés Mayán, Lisandra Navas, Elizabeth Reinosa, Yoan Ricardo.


Este libro es uno de los proyectos más importantes realizados en la última década
en la región noroccidental del país.



Lugar: Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula
Día: viernes 17 de junio de 2011
Hora: 7: 00 pm.

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Comentarios sobre el libro:

"En materia de poesía, la muestra revela los rumbos por los cuales se camina. El transcurrir temporal entrelaza tres generaciones. El más joven: 22 años; el mayor ya peina canas: 68 febriles primaveras. Predomina la medianía: los dorados treinta abriles, el grupo en ascenso que pronto asumirá el mando. Tres generaciones que no han volado los puentes entre sí, razón por la cual no pierden un cierto aire de familia cuyo rasgo más significativo podría ser la huida del verso dulzón o sentimental. La mayoría transita esa línea poética que, en Honduras, se remonta a Nelson A. Merren. También, con gran devoción a Edilberto Cardona Bulnes. Sin faltar —¡claro!— el magisterio indubitable de Roberto Sosa. Con el enriquecedor aditamento de preferencias que se disparan hacia los cuatro puntos cardinales de la cultura universal, los apoyos intertextuales alientan en muchos de los textos. Afectos a la sobriedad y a la mesura, privilegian el habla cotidiana, lo cual no es óbice para que se acuda, con gran conocimiento del oficio, al verso críptico en donde el signo deliberadamente se oscurece. Agresivos y seguros de sí, no desdeñan, inclusive, el vocablo rudo si ese es el que dice justamente lo que se quiere decir. En otras palabras, no descartan lo «feo» considerándolo, también, una categoría estética. La exploración del acre humorismo eclosiona en más de uno. Certero, en los dos casos observados, el olvido del verso y el trabajo de una prosa sumamente rítmica. En otro, la visión sombría de la existencia en un extenso poema de versos igualmente extensos y envolventes, adecuados a la reflexión acongojada, es inquietante y perturbadora. Punzantes, unos poemas cortos, casi epigramáticos, nos sorprenden a la vuelta de la página. Presente —¡no podía ser menos!— el sentimiento latinoamericanista en bien formulados trabajos; uno de ellos, de la única mujer del grupo.

A propósito, es preciso externar otro motivo de nuestra alegría: la poesía hondureña, en este caso concreto, se hermana con la de un pueblo sumamente fraterno: el cubano. Un pueblo que, desde los inicios de su revolución, hizo de las manifestaciones artísticas y literarias un baluarte de la visión humanística de la existencia, colocándolas, por lo mismo, entre sus posiciones de privilegio. No sólo al interior de la isla. Pronto, desde Casa de las Américas, con un sentido solidario que nunca se había visto en Latinoamérica, se convirtió en impulsor del arte y la literatura de toda la región. Justamente, este libro ratifica que los lazos, pese a las embestidas en contrario, siguen incólumes e intactos."

Fragmento del prólogo a la sección hondureña:
ENTRELAZAMIENTO DE CAUSAS Y EFECTOS EN LA LECTURA DE UNA ANTOLOGÍA,
Helen Umaña
San Pedro Sula, 6 de octubre de 2010



"La presente muestra de poetas que dialogan entre dos orillas, Honduras y Cuba, resulta útil como medio para ver y proyectarse cada cual mejor desde el contraste. Desde dos contextos que comparten muchas vicisitudes de países pequeños y pobres, con parecidos antecedentes históricos, este libro puede ayudar a ver cómo se asume esa realidad y cómo se trasciende en el cuerpo poético.

Los poetas cubanos de ciudad de Holguín cantan y hermanan sus voces con las de los poetas hondureños, mientras nosotros, al leer sus producciones y senir todo lo que ellas despiertan, encontramos fuerzas para ser cda día más montañas y menos simas."

Fragmento de prólogo a la sección de poesía cubana:
Poesía, cuarta dimensión del ser
,
Maricela Messeguer Mercadé

Otoniel Natarén Álvarez.

Nació en El Progreso, Yoro, Honduras, el 24 de noviembre de 1975. Reside en La Lima, Honduras, es estudiante de la carrera de Letras con especialidad en Literatura en la Unah-Vs. También amante del arte fotográfico. Lo caracteriza su carácter sociable, su humildad y su calidad como recitador.

La piel de la ternera es su primer libro publicado y sale bajo el sello editorial Mimalapalabra.



Rafael Vilches Proenza

(Cuba, 1965). Escritor. Poeta y narrador. Ha merecido varios premios literarios, entre ellos, el Manuel Navarro Luna 2004 y el Premio de la Ciudad de Holguín, 2000. Sus poemas y cuentos aparecen en distintas publicaciones nacionales e internacionales. Tiene publicada la novela Ángeles desamparados (2001) y los poemarios Dura silueta, la luna (2002) y El único hombre (2004). Reside en Holguín, Cuba.


miércoles, 1 de junio de 2011

"Cuarta dimensión de la tarde". Antología de poetas hondureños y cubanos.


Próximamente será la presentación del libro Cuarta dimensión de la tarde. Antología de poetas hondureños y cubanos. El número de autores incluidos es de 37: 12 hondureños y el resto cubanos. La edición estuvo a cargo de Otoniel Natarén, el poeta Rafael Vilches y su servidor.

El mérito de que saliera a la luz este proyecto es de Otoniel Natarén y Rafael Vilches, sus autores intelectuales.

Sale bajo el sello editorial Ediciones La luz y Editorial Nagg y Nell.

Estén pendientes.

Entre los poetas hondureños incluidos están: José Antonio Funes, Jorge Martínez, Jessica Sánchez, Otoniel Natarén, Murvin Andino, Carlos Rodríguez, Darío Cálix, etc...

Recital de poesía y música en El Progreso. 2 de junio.

Están cordialmente invitados al Recital "Poesía en Rojo Vivo", con la participación de poetas de la región norte del país.
Entrada gratis.