Lanzamiento oficial del libro
Cuarta dimensión
de la tarde
Antología de poetas hondureños y cubanos.
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Selección a cargo de Otoniel Natarén y Rafael Vilches.
Colaboración de Gustavo Campos
El número de autores incluidos es de 37: 12 hondureños y 25 cubanos.
La edición estuvo a cargo de Otoniel Natarén, el poeta Rafael Vilches y su servidor.
El mérito de que saliera a la luz este proyecto es de Otoniel Natarén y Rafael Vilches, sus autores intelectuales.
Un libro que hermana dos pueblos: el hondureño y el cubano.
Sale bajo el sello editorial Ediciones La luz y Editorial Nagg y Nell.
Poetas hondureños: Jessica Sánchez, José Antonio Funes, Jorge Martínez, Otoniel Natarén, Murvin Andino, Carlos Rodríguez, Darío Cálix, David Pacheco, Marco Tulio del Arca, Naín Serrano, Julio César Antúnez
y Gustavo Campos.
Poetas cubanos: Delfín Prats, Luis Caissés, Manuel García Verdecia, José Poveda, Maribel Feliú, Rafael Vilches, Ghabriel Pérez, José Luis Serrano, Ronel Gónzalez, Alfonso del Rosario, Pablo Guerra, Luis Yuseff, Hugo Gónzalez, Adalberto Santos, Yoenia Gallardo, Irela Casañas, Yanier H. Palao, Fabián Suárez, Taimí Ocampo, Zulema Gutiérrez, Eliécer Tirso Almaguer, Moisés Mayán, Lisandra Navas, Elizabeth Reinosa, Yoan Ricardo.
Este libro es uno de los proyectos más importantes realizados en la última década
en la región noroccidental del país.
Lugar: Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula
Día: viernes 17 de junio de 2011
Hora: 7: 00 pm.
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Comentarios sobre el libro:
"En materia de poesía, la muestra revela los rumbos por los cuales se camina. El transcurrir temporal entrelaza tres generaciones. El más joven: 22 años; el mayor ya peina canas: 68 febriles primaveras. Predomina la medianía: los dorados treinta abriles, el grupo en ascenso que pronto asumirá el mando. Tres generaciones que no han volado los puentes entre sí, razón por la cual no pierden un cierto aire de familia cuyo rasgo más significativo podría ser la huida del verso dulzón o sentimental. La mayoría transita esa línea poética que, en Honduras, se remonta a Nelson A. Merren. También, con gran devoción a Edilberto Cardona Bulnes. Sin faltar —¡claro!— el magisterio indubitable de Roberto Sosa. Con el enriquecedor aditamento de preferencias que se disparan hacia los cuatro puntos cardinales de la cultura universal, los apoyos intertextuales alientan en muchos de los textos. Afectos a la sobriedad y a la mesura, privilegian el habla cotidiana, lo cual no es óbice para que se acuda, con gran conocimiento del oficio, al verso críptico en donde el signo deliberadamente se oscurece. Agresivos y seguros de sí, no desdeñan, inclusive, el vocablo rudo si ese es el que dice justamente lo que se quiere decir. En otras palabras, no descartan lo «feo» considerándolo, también, una categoría estética. La exploración del acre humorismo eclosiona en más de uno. Certero, en los dos casos observados, el olvido del verso y el trabajo de una prosa sumamente rítmica. En otro, la visión sombría de la existencia en un extenso poema de versos igualmente extensos y envolventes, adecuados a la reflexión acongojada, es inquietante y perturbadora. Punzantes, unos poemas cortos, casi epigramáticos, nos sorprenden a la vuelta de la página. Presente —¡no podía ser menos!— el sentimiento latinoamericanista en bien formulados trabajos; uno de ellos, de la única mujer del grupo.
A propósito, es preciso externar otro motivo de nuestra alegría: la poesía hondureña, en este caso concreto, se hermana con la de un pueblo sumamente fraterno: el cubano. Un pueblo que, desde los inicios de su revolución, hizo de las manifestaciones artísticas y literarias un baluarte de la visión humanística de la existencia, colocándolas, por lo mismo, entre sus posiciones de privilegio. No sólo al interior de la isla. Pronto, desde Casa de las Américas, con un sentido solidario que nunca se había visto en Latinoamérica, se convirtió en impulsor del arte y la literatura de toda la región. Justamente, este libro ratifica que los lazos, pese a las embestidas en contrario, siguen incólumes e intactos."
Fragmento del prólogo a la sección hondureña:
ENTRELAZAMIENTO DE CAUSAS Y EFECTOS EN LA LECTURA DE UNA ANTOLOGÍA,
Helen Umaña
San Pedro Sula, 6 de octubre de 2010
"La presente muestra de poetas que dialogan entre dos orillas, Honduras y Cuba, resulta útil como medio para ver y proyectarse cada cual mejor desde el contraste. Desde dos contextos que comparten muchas vicisitudes de países pequeños y pobres, con parecidos antecedentes históricos, este libro puede ayudar a ver cómo se asume esa realidad y cómo se trasciende en el cuerpo poético.
Los poetas cubanos de ciudad de Holguín cantan y hermanan sus voces con las de los poetas hondureños, mientras nosotros, al leer sus producciones y senir todo lo que ellas despiertan, encontramos fuerzas para ser cda día más montañas y menos simas."
Fragmento de prólogo a la sección de poesía cubana:
Poesía, cuarta dimensión del ser,
Maricela Messeguer Mercadé
Otoniel Natarén Álvarez.
Nació en El Progreso, Yoro, Honduras, el 24 de noviembre de 1975. Reside en La Lima, Honduras, es estudiante de la carrera de Letras con especialidad en Literatura en la Unah-Vs. También amante del arte fotográfico. Lo caracteriza su carácter sociable, su humildad y su calidad como recitador.
La piel de la ternera es su primer libro publicado y sale bajo el sello editorial Mimalapalabra.
Rafael Vilches Proenza
(Cuba, 1965). Escritor. Poeta y narrador. Ha merecido varios premios literarios, entre ellos, el Manuel Navarro Luna 2004 y el Premio de la Ciudad de Holguín, 2000. Sus poemas y cuentos aparecen en distintas publicaciones nacionales e internacionales. Tiene publicada la novela Ángeles desamparados (2001) y los poemarios Dura silueta, la luna (2002) y El único hombre (2004). Reside en Holguín, Cuba.