sábado, 1 de octubre de 2011

Poemas de Desde el hospicio en portugués.


Traducidos por el poeta Antonio Miranda,

Director de la Biblioteca de Brasilia, Brasil.



TEXTOS EN ESPAÑOL / TEXTOS EM PORTUGUÊS

De
DESDE EL HOSPICIO
San Pedro Sula, Honduras: Editorial Nagg y Nell, 2008

III

Nadie ama a outro como a sí mismo.
W. Blake

No amo a nadie como a mí misma
y a la humanidad
no puedo retenerla en un espejo.
Cuánto me repugnan los poetas,
tan inocentes; creen inventarme,
creen que me ocultan,
que me salvan.


Eremita

De los versos hice mi família,
con ellos conviví, a ellos insulté.
Tan áspera ternura despertaron.
Reímos. Cuántas heridas nos disimulamos.


En una calle

Me encontraron en una calle
con una lluvia dentro de un libro.
Me encontraron em la calle
en una habitación en forma de libro.


VI

En tu sombra no hay puerta.
Tuve suerte al dejarme a tiempo.
Me deseé abismo. Muerto.
Trabajé la pestilência. Los pájaros perversos.
Trabajé la aurora y la disperse: blasfemo niebla.
Pude desafiarme. Supe que debía morir
y me alejé como octubre.
Fui avaro con la vida, con el amor, con la sombra.


No hay viento aquí, ni manos ni rostro.
(Segunda versión)

El viento me había comido
pare de la cara y las manos.

Alejandra Pizarnik

No hay viento aquí, ni manos ni rostro.
Con un suspiro se borra el cuerpo.
Y me lloran como se llora a um cadáver al que no quieren
arrancar de su sombra.

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TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda

III

Ninguém ama a outro como a si mesmo.
William Blake

Não amo ninguém como a mesma
e à humanidade
não posso detê-la num espelho.
Como me repugnam os poetas,
tão inocentes; crêem inventar-me,
crêem que me ocultam,
que me sonham.


Eremita


Como versos fiz minha família,
com eles convivi, insultei-os.
Tão áspera ternura despertam.
Rimos. Quantas feridas dissimulamos.


Numa rua

Me encontraram numa rua
com uma chuva dentro de um livro.
Me encontraram na rua
na habitação em forma de livro.


VI

Em tua sombra não tem porta.
Tive tempo ao deixar-me a tempo.
Me desejei abismo. Morto.
Trabalhei a aurora e dispersei: blasfemou névoa.
Pode desafiar-me. Soube que devia morrer
e me afastei como outubro.
Fui avaro com a vida, com o amor, com a sombra.


Aqui não tem vento, nem mãos nem rosto
(Segunda versão)

El viento me había comido
parte de la cara y las manos

Alejandra Pizarnik

Aqui não tem vento, nem mãos nem rosto.
Com um suspiro apaga-se o corpo.
Choram por mim como se chora um cadáver que não querem
arrancar de sua sombra.


XIII


Obrigam-me a viver.

Página publicada em setembro de 2009


fuente: www.antoniomiranda.com.br