miércoles, 31 de julio de 2013

Always On My Mind. Willie Nelson




"Always On My Mind"



Maybe I didn't love you
Quite as often as I could have
And maybe I didn't treat you
Quite as good as I should have
If I made you feel second best
Girl I'm sorry I was blind

You were always on my mind
You were always on my mind

And maybe I didn't hold you
All those lonely, lonely times
And I guess I never told you
I'm so happy that you're mine
Little things I should have said and done
I just never took the time

But you were always on my mind
You were always on my mind

Tell me
tell me that your sweet love hasn't died
And give me
Give me one more chance
To keep you satisfied
I'll keep you satisfied

[Instrumental Interlude]

Little things I should have said and done
I just never took the time

But you were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind


Traducción:

Tal vez no te he tratado
Tan bien como debería
Tal vez no te he amado
Tanto como debería
Cosas pequeñas que tendría que haber dicho y hecho
Simplemente nunca me tomé el tiempo

Siempre estuviste en mi mente
Siempre estuviste en mi mente

Tal vez nunca te abracé
Todos esos momentos tan solitarios
Y supongo que nunca te dije
Que estaba feliz de que fueras mía
Si te hice sentir así
Chica, siento mucho haber estado tan ciego

Siempre estuviste en mi mente
Siempre estuviste en mi mente

Dime, dime que tu dulce amor no ha muerto
Dame, dame otra oportunidad
Para mantenerte satisfecha, satisfecha

Cosas pequeñas que tendría que haber dicho y hecho
Simplemente nunca me tomé el tiempo
Siempre estuviste en mi mente
Siempre estás en mi mente
Siempre estás en mi mente

Tal vez no te he tratado
Tan bien como debería
Tal vez no te he amado
Tanto como debería

Tal vez nunca te abracé
Todos esos momentos tan solitarios
Y supongo que nunca te dije




martes, 9 de julio de 2013

III Festival Internacional de Poesía "El turno del disidente". Tegucigalpa, M.D.C.

Afiche oficial

Afiche librería


PROGRAMA

Miércoles 10 de julio      

9:00 a.m. Inauguración. Biblioteca Nacional "Juan Ramón Molina".
2:00 p.m. Universidad Nacional Pedagógica "Francisco Morazán" (UPNFM)

6:00 p.m. Embajada de El Salvador.

Jueves 11 de julio
9:00 a.m. Colegios privados: Roble y Santa Mónica.
2:00 p.m. Colegios públicos: Instituto Jesús Aguilar Paz e Instituto Central. 
6:00 p.m. Embajada de México. 
 Viernes 12 de julio
9:00 a.m. Universidad José Cecilio del Valle.
2:00 p.m. Librería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)
6:00 p.m. Clausura. Fundación para el Museo del Hombre Hondureño (FMHH)
Sábado 13 de julio

9:00 a.m. Paseo a El Picacho. Lectura entre los poetas participantes en el Mirador o bajo el Cristo.

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Para mayor información entre a: 


"Escrito en un block de lluvia". Jorge Pimentel




La convulsión de su rostro quebraba los espejos 
en aquel cuarto del hotel Colón en Lima. 
A pocos pasos yaciendo en la majestad de cierta luz, 
que otorgaba otoño a la lluvia, un diario de la tarde abierto y desbaratado. 
Ya sin fuerzas después del primer intento por desordenar 
el cauce de las aguas en tu vientre, la ropa, nuestras prendas 
se derretían en una sillita tapizada con dibujos que representaban 
cacerías de liebres al amanecer, mientras ¡schisss! iban germinando, 
girasoles, campos inmensos donde reposaban tus ojos adormilados. 
Diste de beber a un mormón ya una troupe de circo abandonada 
por su manager crazy. Entonces, sí, tu cabellera era una hoja azul. 
Y emprendí el más largo extenso camino con un ábaco bajo el brazo 
e innumerables páginas en blanco para ser escritas. 
El Amordazado pudo expandir su nombre a los vientos y corrió hacia los árboles 
regocijándose ante 
el destello violáceo que emitía un durazno cubierto con gotas de rocío. 
El Amordazado se internó en los caminos y seguramente 
dos relámpagos oportunos caerán sobre él y lo veremos. 
Me desangraba, mis escamas esparcidas en aquel cuarto de hotel. 
Y comencé a oír la música arrancada de un sistro profundo, mientras tus pezones, 
dilatándose, interferían la entrada de los botes y barcazas al puerto. 
Y El Optimista lanzó sus redes al mar, y no te encontró. 
Fuiste expuesta a la puntería de un Arcabucero algo obeso 
y a la sapiencia de un Ballestero Otomana antes y después
junto a viejos encapuchados alumbrándose con antorchas. 
y tú, inmensa como un mástil, ibas empujada por vientos cada vez más fuertes, imposibles. 
«Si existe el sol debe ser aterrador», dijo entonces El Sabio. 
y un trozo de cielo flotaba como un ramaje pálido en tus entrañas. 
y vimos luceros y cuatro proyectiles de esos dieron una visión espléndida. 
El Sindicado de no cuerdo y muy repelente, iluminó su dentadura. Luego de hacer 
diversos movimientos con manos y pies -dijo- «agótala primero, tras de ti corren, 
tras de ti están corriendo». A lo que yo asentí nombrando ¡los condenados!, 
Y se me sombreó medio pómulo y ya no pude ocultarme. 
Un invierno atroz cayó sobre mí, mientras oía tus gritos de devoción 
hacia el vuelo circular y en picada del pez martín. 
«Eso fue suficiente», consignó mi relator y llenó mis papeles con una palabra: AMOR. 
Y fui obsesionado con esas lecturas que mi relator puso en mí. 
Y ya quería saber que había detrás de tus ojos. 
«Sé real a través de un lenguaje que te posibilite ir más allá», 
asentó El Utopista antes de evaporarse. 
Y clamé por ti y bebí una sola vez y cogí líquenes y una pepa de eucalipto. 
«Vuelve a ella, ponte en sus piernas como un lince encima de un promontorio» 
asentó El Homicida con los hombros encogidos exhalando niebla. 
Y exclamó: «si la vida no fuese la muerte, qué seríamos». 
Y ya no alcancé a oír más bellezas y emprendí el regreso. 
Y todos empezaron a correr en diversas direcciones, 
Y en la confusión olvidaron una pluma de ganso e intenté conservarla, y no hubo silencio. 
Y comencé a repetir sobre el valle inmenso de la vastedad de los relatores, tu nombre.
Y mis ojos se enturbiaron y una luz diluía tu rostro. 
Le daba una extraña forma que'yo reconocí. 
Venías detrás de un anciano relator completamente desnuda cruzando 
un campo de flores amarillas, y El Anciano afirmó: 
"con una palabra de ternura podrás conquistar el futuro», 
mientras los relatores leían frases escritas ya por mí y que había olvidado. 
Una de ellas decía: "entonces sí, tu cabellera era una hoja azul», 
otra "la convulsión de tu rostro quebraba los espejos» y una tercera 
«tú, inmensa como un mástil» y el relator me corrigió, «esa fue la segunda 
fase, nunca se dio la tercera», «faltó equilibrio», El Anciano dijo: 
«vuélvase lentamente», y acotó: «ésta será tu obra, perfecciónala». 
Y te tuve frente a mí. 
«Eso fue suficiente», consignaron las diJetantes voces de los acuciosos. 
A lo que mi relator, a una observación mía, 
extrajo un block de lluvia y escribió: 


«más allá del planeta» 
«más allá del planeta»