sábado, 30 de octubre de 2010

En busca del tiempo perdido. 6. La fugitiva. Marcel Proust

Victor Jorgensen

"Perdóname, querido amigo, que no me haya atrevido a decirte de viva voz las pocas palabras que te voy a escribir; pero soy tan cobarde, he tenido siempre tanto miedo delante de ti, que, por mucho que me esforcé, no tuve el valor de hacerlo. Lo que quería decirte es esto: es imposible que sigamos viviendo juntos; tú mismo has visto por tu algarada de la otra noche que algo había cambiado en nuestras relaciones. Lo que esa vez pudo arreglarse resultaría irreparable dentro de unos días. Así que, ya que hemos tenido la suerte de reconciliarnos , es mejor que nos separemos como buenos amigos; por eso, querido, te mando estas letras, y te ruego que seas bueno y me perdones si te doy un poco de pena, pensando en lo inmensa que será la mía. Grandote mío, no quiero llegar a ser tu enemigo, bastante duro me será llegar a serte poco a poco, y bien pronto, indiferente. Así que, como mi decisión es irrevocable, antes de mandarte esta carta por Francisca le habré pedido mis baúles. Adiós. Te dejo lo mejor de mí misma.
Albertina."

Marcel Proust.


"Las cuatro y diez". Luis Eduardo Aute:





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