Portada.
Mi cuento. Gustavo Campos.
Cuento de Murvin Andino
El Premio Único lo ganó "La sirena silenciosa” de Douglas Rodolfo Membreño, que participó con el seudónimo de Lucas Muraña. Y las menciones honoríficas las obtuvieron el “Aleph” de Carlos Adalid Aguilar Morales y “El conjuro” del autor Emmanuel Jaén.
Hace un tiempo había publicado que de todas las presentaciones de
libros que he hecho la que más me gustaba había sido la de Los inacabados. Cuando miraba las fotos del evento y a los amigos
divirtiéndose, riéndose entrañablemente entre vino y bocas, advertía una magia
que brotaba y que era parte de esa fraternidad que por entonces se mantenía
fuerte y que había comenzado allá por el 2002. La fecha de junio de 2010 había
sido el recuerdo más preciado que conservaba junto a la de Las virtudes de Onán, a principios de 2007. Por aquél entonces
éramos los mismos cofrades contentos de ir consolidando ese otro hallazgo
literario que supone la amistad y cada libro nuestro publicado era una
declaración de amistad a los demás compañeros de grupo o de generación. Ya
íbamos creando un mundo de ficción y los planteamientos entre cervezas y
confidencias iban adquiriendo la forma de bloques (no populares) y colocándose
como en la estructura de un muro: cada libro era otro ladrillo en la pared
sampedrana, que iba convirtiéndose en protagonista de una revaluación estética
de la literatura, tomando en cuenta sólo los aportes y no tanto los errores.
que viajó
desde Tegucigalpa a San Pedro para asistir a la presentación de mi libro, hasta
este 2012, específicamente para la
presentación de Katastrophé, algunas
amistades comenzaron a agrietarse y vino una época de distanciamientos y
rupturas, que me hizo comprender que la amistad entre artistas sólo puede
sobrevivir por ciertos periodos y que el mundo de la literatura era un mundo de
rencillas y prejuicios, y cuanto más miraba esas fotos del 2010, no podía hacer
más que evocar ese momento mágico de amistad -¡que el futuro o la madurez sea
quien nos reencuentre!; pero en ese transcurso de pérdidas hice nuevos amigos,
amigos que me acompañaron ese viernes 4
de mayo de 2012 en la presentación de mi nuevo libro y que demostraron otro
tipo de magia, una más pura, libre ya por fin de ese mundo del que ahora
pretendo desligarme, para vivir aquí, desde este 2012, en donde me digo que la
mejor presentación de libros que he tenido es la de Katastrophé, la inmejorable, la más brillante, la más mágica, la
divertida, la que estuvo dentro de mi visión del arte, la confluencia de todas
las disciplinas artísticas en un mismo evento, con la participación del
colectivo teatral de “Los pandas con Alzheimer”, integrado por mis amigos Yuri
Pineda, Romina Memoli y César, que se pasaron de buenos e hicieron un derroche
de humor y talento como preámbulo a la presentación.
Me acompañaron en mesa Jessica Sánchez, Carlos Rodríguez y JJ Bueso. Jessica
hizo una muy interesante ponencia sobre el libro, sobre “la estructura
tripartita de cómo está concebido y cómo lo interpretó, cómo se desarrolla la
siquis de los personajes, la representación de los miedos y el énfasis en cómo
en el libro se reconcilian realidad, fantasía y virtualidad”, entre otros temas
que ahora no preciso, ampliando sus puntos de vista antes expuestos en el
prólogo del libro, sin duda la mejor participación, seguida de la de Carlos,
quien debutó como presentador y estuvo muy acertado sobre “el componente
humorístico del libro, las frases aforísticas bajo la premisa de las máximas,
el
punto de fuga foucaultiano en ‘Teoría musical de Roland, no de Spitzer’”,
entre otros argumentos esgrimidos, y por último JJ que habló poco del libro e
hizo un despliegue temático ajeno a la presentación, quizás debido a su
juventud, pero que en los pocos momentos en los que sí se refirió a él dejó
entrever que le había gustado y que en la carrera de los 4 jinetes del
apocalipsis la publicación de Katastrophé
lo posicionaba a la delantera, esta declaración, por supuesto, fue su gran
ironía o broma de la noche.