sábado, 30 de octubre de 2010

En busca del tiempo perdido. 6. La fugitiva. Marcel Proust

Victor Jorgensen

"Perdóname, querido amigo, que no me haya atrevido a decirte de viva voz las pocas palabras que te voy a escribir; pero soy tan cobarde, he tenido siempre tanto miedo delante de ti, que, por mucho que me esforcé, no tuve el valor de hacerlo. Lo que quería decirte es esto: es imposible que sigamos viviendo juntos; tú mismo has visto por tu algarada de la otra noche que algo había cambiado en nuestras relaciones. Lo que esa vez pudo arreglarse resultaría irreparable dentro de unos días. Así que, ya que hemos tenido la suerte de reconciliarnos , es mejor que nos separemos como buenos amigos; por eso, querido, te mando estas letras, y te ruego que seas bueno y me perdones si te doy un poco de pena, pensando en lo inmensa que será la mía. Grandote mío, no quiero llegar a ser tu enemigo, bastante duro me será llegar a serte poco a poco, y bien pronto, indiferente. Así que, como mi decisión es irrevocable, antes de mandarte esta carta por Francisca le habré pedido mis baúles. Adiós. Te dejo lo mejor de mí misma.
Albertina."

Marcel Proust.


"Las cuatro y diez". Luis Eduardo Aute:





jueves, 28 de octubre de 2010

Canto de muerte. Henri Michaux


La fortuna de amplias alas, la fortuna me había llevado por error con los demás hacia su alegre país, y de golpe, pero de golpe, cuando yo respiraba al fin feliz, una infinita cantidad de petardos en la atmósfera me dinamitó y luego surgieron cuchillos de todas partes que me acribillaron, de forma que volví a caer al duro suelo de mi patria, patria ya para siempre mía.

La fortuna de alas de paja, la fortuna me había elevado unos instantes por encima de las angustias y de los gemidos, cuando un grupo de mil, amparado por mi distracción en la polvareda de una alta montaña, un grupo acostumbrado a la lucha a muerte desde siempre, nos cayó de golpe como un bólido y volví a caer al duro suelo de mi pasado, pasado ahora ya para siempre presente.

La fortuna, una vez más, la fortuna de sábanas frescas me había recogido con suavidad, y cuando yo sonreía a todos a mi alrededor, repartiendo cuanto poseía, de golpe, agarrado por algo que venía de abajo y por detrás, de golpe, como una polea que se descuelga, zozobré, fue un salto inmenso, y volví a caer al duro suelo de mi destino, destino ya para siempre mío.

La fortuna, una vez más, la fortuna de lengua aceitada, después de lavar mis heridas, la fortuna me había cogido, como quien coge un cabello que trenza con los suyos, uniéndome indisolublemente a ella, y de golpe, cuando ya nadaba en la alegría, de golpe, la Muerte vino y dijo: "Ya es la hora. Ven". La Muerte, ya para siempre la Muerte.


Traducción de Julia Escobar


lunes, 25 de octubre de 2010

Piel de diciembre. Piero



Piel de diciembre

Yo soy un hombre
que tiene la vida
cansada por dentro
que busco un encuentro
miro a las calles
por donde respiro
tiendo mi mano...
busco tu mano

yo tuve un amor
que vino hasta mi
fue piel de diciembre
nunca mas la vi

(yo te cuento las cosas q me pasan
la ternura de tu cuerpo que me abraza
te digo que como el pasto crecemos el verano
y que despues nos vamos como el agua)

Y fue con el mar verano caliente
arena de playa de lluvia de gente
tengo en mi cuerpo un poco de vos
ahora la tarde no es mas de los dos

yo tuve un amor
que vino hasta mi
fue piel de diciembre,
nunca mas la vi

yo tuve un amor...

domingo, 24 de octubre de 2010

POST-SCRIPTUM. Antonin Artaud


¿Quién soy?
¿De dónde vengo?
Soy Antonin Artaud
y si lo digo
como sé decirlo
inmediatamente
veréis mi actual cuerpo
volar en pedazos
y reunirse bajo
diez mil notables aspectos
un nuevo cuerpo
donde no podréis
nunca más
Olvidarme.

viernes, 22 de octubre de 2010

El oficio de vivir. Cesar Pavese


15 de enero


Para que la gente tenga piedad de nosotros hace falta que nos presentemos bien (keep smiling), que no seamos demasiado sucios, que representemos una ventaja para quien se ocupa de nosotros. Pero lo que verdaderamente requeriría la piedad es el sacrificio -al humillado, al obseso, al impotente; al sucio y malhablado; al desesperado y al sediento, ¿quién querría dedicarles la vida? Digo la vida de manera absoluta, como haría una mujer que se casase con él, sin reservas. Muchos, por caridad, le quitarían el hambre, le darían conversación, le lavarían el pus, ¿pero quién uniría a la suya su vida?
¿Ha habido alguna vez un santo que haya salvado a una sola persona? Todos han salvado a muchas, han cumplido una misión, han buscado a los infelices, ¿pero alguno se ha quedado con un infeliz, encerrándose en semejante tumba? E incluso quien ha sacrificado su vida ofreciendo su sangre por otro, ¿habría sabido pasar todos sus días unido a este otro, sólo a éste?

17 de enero

Tu has pasado ocho meses de angustia, has sufrido en la carne el horror de la traición, has sufrido el horror de la soledad como exclusión, has sido dejado en el envilecimiento más atroz (el del hombre del que se dice: Es un infeliz. Le ha mandado al confinamiento y luego se ha hecho joder por otro) y sin embargo has desaparecido, has ido tirando como has podido, has perdonado y tendido otra vez la mano.

¿Qué dirías si un amigo tuyo se encontrase en este estado?

(págs. 89-91. Seix Barral)

domingo, 17 de octubre de 2010

¡En contra! Henri Michaux

Henri Michaux



¡EN CONTRA!


¡Os construiré una ciudad con harapos, yo!
Os construiré sin planos ni cemento
Un edificio que no destruiréis,
Y que una especie de evidencia espumeante
Sostendrá e hinchará, os gritará en las narices,
Y en las narices heladas de todos vuestros Partenones, vuestros artes árabes y vuestros Mings.

Con humo, con niebla diluida
Y con el sonido de piel de tambor,
Os asentaré fortalezas aplastantes y soberbias,
Fortalezas hechas exclusivamente con turbulencias y sacudidas,
Contra las que vuestro orden multimilenario y vuestra geometría
Caerán convertidas en insignificancias y galimatías y polvo de arena sin sentido.

¡Que doblen las campanas! ¡Que doblen! ¡Que doblen por todos vosotros ,
que caiga la nada sobre los vivos!
¡Sí, creo en Dios! ¡Pero él no lo sabe!
Fe, suela inutilizable para quien no camina.
¡Oh, mundo, mundo estrangulado, vientre frío!
Ni siquiera símbolo, sólo nada, yo en contra, yo en contra,
Yo en contra y te atiborro de perros reventados.
A toneladas, me oís, a toneladas, os arrancaré lo que me habéis negado en gramos.

El veneno de la serpiente es su fiel compañero,
Fiel, y lo valora en su justo precio.
Hermanos, mis hermanos condenados, seguidme con confianza.
Los dientes del lobo no sueltan al lobo.
La carne del borrego es la que suelta.

En la oscuridad veremos claro, hermanos míos.
En el laberinto encontraremos la vía recta.
Osamenta, ¿cuál es tu sitio aquí, fastidiosa, meona, cántaro roto?
Polea gemebunda, ¡cómo vas a sentir los tensos cordajes de los cuatro mundos!
¡Cómo te voy a descuartizar!



Henri Michaux, Poemas escogidos (Colección Visor de Poesía).
Traducción de Julia Escobar.

sábado, 16 de octubre de 2010

En el hospicio. Pastoral.



Nada mejor que tener su hospicio a mano, en físico, y también intangible, musical.

La letra:

Quiero atrapar el sol
en una pared desierta.
Me siento tan libre que
hasta me ahoga esa idea.
Me hace mal la realidad
de saber que el perro es perro
y nada más.

Quiero descolgar al sol,
chapalear entre las hojas,
estirar mi soledad,
correr entre los pasillos
y buscar la realidad
de que el perro no sea perro
y nada más.

Encierro real;
claustro de barro.
Sólo sombras,
sombras.

Porque supe al despertar
que mis sueños eran ciertos
y mi propia realidad
superó la fantasía
de ser vos la fuerza que
de la nada hizo vida y me la dio.

Porque me dejan pensar
en toda esa gente humana
y después, para jugar,
hasta me atan a mi cama.

Puedo ver la realidad
de que el perro sea perro
y nada más.

Sr. Troncoso. Triana.



Impactante canción:

Eh! amigo como estás esta mañana
recuerdas algo de lo que te ocurrió ayer
ya se que no te importa
te llueve por la noche
y caminas todo el día
vas en busca de tu ser
en tus labios brilla una sonrisa
que penetra en lo más hondo
de mi ser
ya sé que no te importa
tú tienes que seguir
tú debes conseguir
que nada te ate aquí
en tu mente ya
lo pones todo tal como ha de ser
sigue luchando
y podrás lograr al fin tu ser.

La foto de carnet. Leonardo Favio

Estuve tanto tiempo tratando de recordar el nombre de esta canción que oí mucho en mi época colegial.

Ahora se las comparto:



Letra:

Es hora de partir, si ¿nos volveremos a
ver?, Sabes que si, ¿cuando, donde? en
todo momento, en todo lugar me veras en todo
lugar mi bien.

Si un barquito de papel esta por naufragar
socórrelo, corrígele el
timón, mi amor tal vez sea yo,
quizás soy yo, recordaras así era
yo.

Y si vez un pajarito en el invierno frió,
protégelo, cobíjalo
[ Find more Lyrics on http://mp3lyrics.org/4W8I ]
contágiale el calor, mi amor tal vez soy
yo, quizás soy yo, recordaras así
era yo.

Coro: Y cuando llegue al fin
el muchachito aquel
que te ha de enamorar y se enojara al ver que
conservas de mi la foto de carnet, bésalo
y dile que fui solo una ilusión, tan solo
una ilusión y nada mas.

Y vos, ¿que vas a hacer?, Yo me
quedaré es otra forma de partir, no, no,
todo está bien... no llores.

(Coro)

Y se enojara al ver...

viernes, 15 de octubre de 2010

A mí me dieron el mar. Piero



Tengo ganas de dejar la vida quieta
y perderme todo el tiempo mirando tu cara,
tengo ganas de decirte que te quiero tanto
y esperar tu mirada como el agua clara...

A mi me dieron el mar
y sus orillas
y el golpe de la espuma, el viento y el agua
y el aire de los labios
que son las palabras, que son las palabras.

Tengo ganas de abrazar tu vida, vida.
y aprehenderme amante de tu cuerpo, viva
y porque el amor se armó de barro
y piedra
y yo a vos te quiero aquí en la tierra

A mi me dieron el mar
y sus orillas
y el golpe de la espuma, el viento y el agua
y el aire de los labios
que son las palabras, que son las palabras.

Y a vos te dieron la sed y el aroma
y la ternura también y el amor

Y esa palabra AMOR que tiene dolor, que tiene dolor

Yo vengo. Piero

jueves, 14 de octubre de 2010

Y sos amigo de quién?

Tenés un cuchillo, qué malestar! te lo enterrás en tu palma y qué? todo sigue normal....
y? por favor! No hay nadie a quien le interesés!

martes, 12 de octubre de 2010

Todos procedíamos de otro lugar.

Samuel Beckett


"Una noche en el metro miré atentamente a mi alrededor: todos procedíamos de otro lugar... Entre nosotros, dos o tres figuras de aquí, siluetas azoradas que daban la impresión de pedir perdón por su presencia."

Desgarradura. E. Cioran.

lunes, 11 de octubre de 2010

martes, 5 de octubre de 2010

El oficio de vivir. Cesare Pavese.


24 de abril.


Hay que haber sentido el deseo desordenado de la autodestrucción. No hablo del suicidio: gente como nosotros, enamorada de la vida, de lo imprevisto, del placer de "contarla", no puede llegar al suicidio más que por imprudencia . Y, además, el suicidio se ve ya como uno de aquellos heroísmos míticos, de aquellas fabulosas afirmaciones de una dignidad humana ante el destino, que interesan por su solemnidad pero no tienen que ver con nosotros.


El autodestructor es un tipo a la vez desesperado y utilitario. El autodestructor se esfuerza en descubrir dentro de sí todos los vicios, todas las vilezas, y de orientar estas disposiciones hacia su propia supresión, observándolas, embriagándose con ellas, disfrutándolas. El autodestructor está en definitiva más seguro de sí mismo que todos los vencedores del pasado; sabe que el hilo del apego al mañana, a lo posible, al prodigioso futuro, es un cable más fuerte -cuando se trata del último estirón- que no sé qué fe o integridad.


El autodestructor es sobre todo un comediante y un dueño de sí mismo. No pierde ninguna oportunidad de sentirse y de ponerse a prueba. Es un optimista. Lo espera todo de la vida y se va afinando para dar bajo las manos del acaso futuro los sonidos más agudos y significativos.
El autodestructor no puede soportar la soledad.
Pero vive en un peligro continuo: que le sorprenda un frenesí de construcción, de arreglo, un imperativo moral. Entonces sufre sin remisión, y hasta podría matarse.

Hay que observar bien esto: en nuestros tiempos, el suicidio es un modo de desaparecer, se comete tímidamente, silenciosamente, anonadamente. No es un hacer, es un padecer.


Fragmento de El oficio de vivir. Cesare Pavese.